A medida que las personas envejecemos, cambia la forma como los sentidos (gusto, olfato, tacto, vista y oído) pueden darnos información acerca del mundo. Dichos sentidos se vuelven menos agudos y esto puede hacer que nos sea más difícil notar los detalles. Los cambios sensoriales pueden afectar el estilo de vida.
Por esto, estos días hemos realizado en la Residencia ICOEJ un taller dedicado a nuestros cinco sentidos, con actividades dinámicas y prácticas, en las que hemos disfrutado todos/as y hemos aprendido a cómo podemos hacer que los cambios sensoriales que podemos tener con la edad no nos afecten en nuestra calidad de vida. Toda una experiencia!