Ayer Lunes Santo, fue una mañana muy especial en la Residencia Entrepinares del Mercadillo, ya que procesionó nuestro Santísimo Cristo, y por primera vez, Nuestra Señora de la Esperanza de Entrepinares del Mercadillo. Todo ello fue posible gracias a la ilusión y el duro trabajo de nuestros chicos y chicas y de un grupo de trabajadores del Centro que pusieron su empeño durante la pandemia para que nuestros residentes pudieran disfrutar de la Semana Santa durante los duros días de confinamiento y restricciones, y tal fue la experiencia, que ha ido creciendo y llegó para quedarse como una tradición de nuestro Centro.
Acompañados de la Agrupación Musical de Campillo de Arenas y bien escoltados por nuestras mantillas, cofrades y costaleros y costaleras, la procesión discurrió por los alrededores del Centro entre aplausos de los familiares y del resto de asistentes. Nuestra compañera de la Entidad, Veronica Montoya, puso toda su pasión y fuerza en cantar unas preciosas saetas, que arrancaron las ovaciones de todos los presentes.
Gracias especiales a Juaneles, Barto, Elena y Leles, y a todos los compañeros y compañeras que han colaborado en que este día de ilusión haya sido posible y que se vaya superando año tras año.
