Ernestine Ulmer dijo “la vida es incierta, así que come primero el postre”. La costumbre de tomar el postre es deliciosa. Heredada de la Roma de los emperadores, hoy en día forma parte imprescindible de cualquiera de nuestras comidas o cenas. Pero si se trata de membrillo en almíbar, la cosa se pone mucho más dulce.
Y es que cuenta la leyenda que el membrillo ha sido considerado como el fruto del amor y la fecundidad. Tanto es así que se ofrecía como regalo de bodas.
Además era costumbre que las mujeres en su noche de bodas mordiesen un membrillo antes de entrar en la habitación nupcial con el fin de que su primer beso no fuera desagradable ya que el membrillo también es conocido por su agradable aroma.
Y es que en nuestro C.C. Virgen de la Cabeza de Entrepinares del Mercadillo cada día aprendemos algo nuevo y lo que más nos gusta es compartir aquello que aprendemos con el resto.
Así que en honor a la leyenda hemos disfrutado con mucho amor de la mejor parte de la comida, ¡¡el postre!!.
