Después de las vacaciones retomamos con energía una de nuestras actividades favoritas: el senderismo. Nada mejor que volver a caminar por la naturaleza, respirando aire puro y disfrutando de los paisajes y animales de la sierra.
El senderismo no solo nos pone en forma, también fortalece músculos y articulaciones, mejora la capacidad cardiovascular, activa la mente y reduce el estrés. Además, compartir la caminata en grupo aumenta la motivación y el buen humor.
Un regreso en plena forma que nos recuerda que la naturaleza siempre es la mejor terapia.
