Los/as residentes del C.C. Virgen de la Cabeza de Entrepinares del Mercadillo han tenido una salida de esas que combinan tradición y alegría a partes iguales.
Primero, tocaba colocarse en primera fila para disfrutar de la procesión de la Virgen del Buen Remedio, admirando cada detalle de su paso mientras los costaleros, las bandas y el ambiente cofrade llenaban las calles.
Eso sí, tanta emoción abre el apetito, y como remedio infalible, nada mejor que unas tapillas bien merecidas.
Al terminar la procesión, todos pusieron rumbo directo al bar, donde entre risas y brindis, las tapitas desaparecieron como por arte de magia.
Una tarde de procesión y sabor que dejó claro que el mejor remedio es compartir momentos así.
¡Devoción y tapitas, combinación perfecta!









