Finalmente hicimos unas pizzas que estuvieron para chuparse los dedos. Nos pusimos guantes en mano, y gorro en cabeza, e hicimos por grupos las pizzas con los ingredientes que habíamos comprado.
Una imagen vale más que mil palabras. ¿A qué tienen buena pinta? Pues más ricas estaban.
Que ganas de repetir este taller, donde aprendemos muchísimo y además nos divertimos, y comemos rico rico.
