El pasado sábado celebramos una divertidísima fiesta hawaiana en nuestra piscina, donde no faltaron los collares de flores, las risas y el ambiente tropical. Con música veraniega de fondo, chapuzones refrescantes y juegos acuáticos, transformamos la piscina en un pequeño paraíso.
Los/as residentes disfrutaron de cócteles sin alcohol bien fríos, bailes al ritmo del ukelele y momentos de pura diversión bajo el sol.
Incluso hubo concursos improvisados y mucha imaginación para sentirse como en una auténtica playa hawaiana.
Fue una jornada refrescante, alegre y llena de color, que nos dejó recuerdos inolvidables y muchas ganas de repetir.
¡Aloha!
