En la Residencia Virgen de la Cabeza de Entrepinares del Mercadillo nos apuntamos a todas las celebraciones, y el Día de San Blas no iba a ser menos.
Como manda la tradición, disfrutamos de unas deliciosas rosquillas de pan acompañadas de un buen chocolate , porque si hay algo mejor que una fiesta, es una fiesta con dulces.
Entre bocado y bocado, los/as residentes compartieron historias, risas y algún que otro secreto sobre la receta perfecta para unas rosquillas esponjosas.
Al final, con el estómago contento y el corazón aún más, quedó claro que San Blas protege las gargantas…
¡pero también endulza el alma!









