Como cada último jueves de abril, Carchelejo se llena de emoción al paso de la Hermandad de la Virgen de la Cabeza. Y este año, en la Residencia de Mayores María Torres, tuvimos el privilegio de recibirlos y vivir con ellos una tarde llena de tradición, devoción… y mucha alegría.
Las banderas ondearon con fuerza y respeto en nuestro patio, llevando consigo bendiciones, protección y un mensaje de fe que conmovió a todos/as.
Nuestros/as residentes participaron con entusiasmo, compartiendo recuerdos, canciones y sonrisas con los cofrades. Fue un momento de conexión profunda con nuestras raíces.
Con el respaldo del grupo Entrepinares del Mercadillo, la Residencia María Torres sigue creciendo en cariño y cuidado.
«La fe compartida transforma cada encuentro en un recuerdo imborrable.»
¡Déjanos tu comentario si esta tradición también vive en tu corazón!









