En esta ocasión, nuestros/as residentes se han encargado de preparar con mucho cariño el regalo de boda que se suele entregar a los invitados en un día tan especial.
Con paciencia, creatividad y mucha ilusión, fueron embalando cada detalle para que quedara perfecto, aportando ese toque único y personal que los caracteriza.
Una experiencia bonita, divertida y llena de emoción, en la que todos/as participaron pensando en lo felices que se sentirán los invitados al recibir su recuerdo de la boda de nuestra compañera Andrea y su pareja Antonio.
¡Que seáis muy felices!
