En Andújar, en el C.C. Virgen de la Cabeza de Entrepinares del Mercadillo, el calor hace mella en nosotros y nos vemos obligados a buscar refugio entre el dulce sabor del chocolate helado y la vainilla caramelizada. Siempre es un gusto para el paladar y para nuestro cuerpo aliviar los 40º C con un dulce que es imposible que a nadie amargue. Cuan ardua fue la tarea de elegir los sabores y de la despedida cuando el recipiente se hallaba vacío por nuestras ansias de comérnoslo. No se alarmen los más temerarios que más temprano que tarde volveremos a las andadas antes de que finalice el verano.