Y es que a nadie le amarga un dulce. Y si es de chocolate mucho mejor. Esta semana hemos decidido prepararnos una buena merendola. Las tardes lluviosas hacen que nos apetezca algo calentito, por eso nos pusimos manos a la obra y nos hicimos un Brownie como Dios manda. Los huevos los trajo nuestra compañera Maricarmen de sus gallinas: Producto de primera calidad. El final como no podía ser de otra manera fue una experiencia gratificante pero sobre todo muy golosa.